ALBERTO Y AXEL: VICTIMAS DE SI MISMOS
ALBERTO Y AXEL: VICTIMAS DE SI MISMOS
Las últimas novedades provenientes del tablero político nacional dan cuenta de una asociación imperiosa alcanzada entre Alberto y Axel para enfrentar la drástica y fatal evolución de la Pandemia.
En efecto, fracasadas las proyecciones instaladas por el propio Presidente en materia de vacunación y muy lejos de la inmunidad pregonada para estos tiempos, resulta imprescindible volver a las prohibiciones y el encierro casi como único y exclusivo método de lucha sanitaria.
Las estadísticas de camas en terapia intensiva se vincularon con otros índices de vacunación efectiva y seguramente colapsarán ante el fracaso de los números y la progresión cierta a estas fechas.
La confrontación, imprescindible al relato, es contra la ciudad de Buenos Aires, calificada como propagadora irresponsable del virus y acaparadora del uso excedente del sistema hospitalario provincial.
El AMBA es ahora la geografía de la disputa, ante el silencio de los gobernadores, aún del espectro oficial, y el Trío originario del diálogo y consenso, se convierte en un dúo, despojado de matices y embanderado en las máximas restricciones y prohibiciones.
La reconversión de Alberto es fruto de la impotencia y la certeza de la conjunción de las crisis económica y pandémica, en un camino que procura el salvataje del gobernador que es víctima de su propia impericia.
El distanciamiento social en el conurbano bonaerense es una meta inalcanzable y son múltiples las pruebas de los desplazamientos masivos, las ferias multitudinarias y los conglomerados urbanos.
En los gentíos que circulan en las redes sociales fluye el descontrol y la impericia del inefable Ministro de Seguridad, más afecto a los hechos periodísticos que a las medidas de previsión y ordenamiento.
Prohibiciones y postergaciones, déficit de gestión y asignación de culpas por doquier.
Posponer y diferir como política de Estado.
Trece veces los acreedores externos le rechazaron al gobernador sus ofertas de reestructuración de la deuda.
El default está consumado en la Provincia de Buenos Aires.
El amparo es la discusión técnica con el FMI y la falta de consenso, pero concretamente no se pagan las deudas y no hay avances en una negociación extendida.
Empezaron las demandas en jurisdicción extranjera, reiterando su conducta como Ministro de Economía Nacional, coronadas con demandas internacionales.
Todo el interior del país ha tomado distancia de las peleas desatadas por el Presidente en el AMBA y los gobernadores peronistas, en su gran mayoría, no comparten la política educativa en materia de suspensión irrestricta de las clases presenciales.
La Provincia de Buenos Aires se encamina a una debacle sanitaria.
La extracción de fondos operada en forma compulsiva sobre la ciudad de Buenos Aires no se traduce en inversiones concretas en la sede más beneficiada en materia de transferencias del Tesoro Nacional.
El Ministro de la “Deuda”, tal como lo critican en la orientación más extrema de la coalición gobernante, prepara su plan “Otoño”, para aguantar las variables económicas y postergar los desequilibrios.
Congelar los precios, anclar el dólar, emitir y controlar las exportaciones e importaciones.
Impávidos, asistimos a la combinación de crisis y a la postergación electoral, por conveniencias mutuas de la clase política.
La ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires darán testimonio de una pelea absurda en estadísticas y números, cuando jamás la solución puede ser uno contra el otro, sino el uno con el otro, forjando un destino común.
Alberto y Axel, corren el grave riesgo de distinguirse con números trágicos en un destino ocasionado como víctimas de sí mismos.
La transformación presidencial, de un año para el otro, es reveladora de su dependencia política y la orientación impresa a su mandato.
Comentarios
Publicar un comentario