EN LOS LIMITES Y AL BORDE DEL ABISMO

 



EN LOS LIMITES Y AL BORDE DEL ABISMO

 

 

 

Una vez más la autoridad del Presidente se encuentra en juego. 

 

Luego de su gira por EEUU y Europa, el Ministro de Economía tiene que poner en práctica propuestas mínimas de un plan económico y una política fiscal agravada en el gasto por los requerimientos pandemicos.

 

Es necesario ordenar variables ante la postergada negociación de la deuda externa. Las urgencias electorales limitan el equilibrio fiscal propuesto y el núcleo de las diferencias se encuentra en el ajuste de las tarifas en ciernes para el resto del año.

 

La metodología de segmentación o plana y su monto efectivo es advertido como un ataque al bolsillo y a las expectativas electorales.

 

Axel advierte una progresión viral con números catastróficos, exige un cierre de actividades como medida preventiva imperiosa y compromete al Estado en la asistencia sanitaria y económica, sin asignar trascendencia al nivel del gasto público, ya que lo considera imperioso para sostener la economía.

 

El aumento en las tarifas se vincula directamente con las dos propuestas económicas que recorren la geografía del oficialismo.

 

Martín Guzmán, con una heterodoxia más clásica, preocupado por el nivel de emisión monetaria y del gasto público, acude a un ajuste de tarifas para equilibrar las cuentas.

 

Axel, sin contemplaciones en el gasto, tratándose de una necesidad vital de la economía inyecta dinero para el consumo y limita al mínimo los ajustes tarifarios.

 

Los desequilibrios se administrarán hasta las elecciones y luego vendrán, con sus resultados, las medidas convenientes y necesarias para otro tiempo.

 

De lo que se trata entonces es el modelo económico que tomará la iniciativa en la coalición.

 

El Ministro pretende remover al Subsecretario de Energía, tercera línea de gobierno, pero fiel militante de la Cámpora, quién no acompaña las decisiones del superior y se niega a dejar el cargo.

 

El Presidente aprobó el proyecto ministerial, pero no toma decisión al respecto y le pide paciencia a quién se siente desautorizado públicamente por su inferior.

 

Las medidas habían sido aprobadas por el Presidente, quién ahora le reclama un compás de espera y atención a la evolución de los acontecimientos.

 

Alberto sigue fiel a su máxima, en el sentido de no reeditar peleas con Cristina y mantener a todo precio la unidad de la coalición.


El grave problema es que siempre es a costa de la limitación de su autoridad.

 

Claramente, el Subsecretario no tiene ninguna capacidad de resistir por sí mismo y su lucha hace visible la disputa económica en el espacio.

 

El Ministro de Economía ha logrado postergar las negociaciones y llegar a las elecciones sin pagos en la deuda externa.

 

Axel ha hecho lo propio en la Provincia de Buenos Aires.

 

La batalla por el ajuste de las tarifas la perdió en manos de Cristina. 

 

Ya no interesan las formas. Solamente el poder. 

 

Las reiteradas visitas fueron en vano.

 

ALEA JACTA EST”. 

 

Su suerte está hechada. Ha cruzado el Rubicón

 

Al fin de cuentas, ella puso al Presidente.

 

 

Comentarios

  1. Más allá de la "intrigas palaciegas", nuevamente será el ciudadano el que pague estas cuestiones. Congelamiento de tarifas, implica, entre otras cosas, falta de capacidad económica para mantener servicios, redes. Ya lo vivimos. Cortes interminables, nuevos barrios carentes de servicios de calidad o precarios. Todo sea por reinar. No importa como y, como siempre, los ciudadanos transformados en los patos de la boda. Tampoco sirven para este gobierno, los ejemplos tan claros como Venezuela, por citar un país donde el totalitarismo hizo estragos. O sea que más o menos nos acercamos a un injustificado caos o, como dice el título de la nota; al borde del abismo.

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